ARIADNA 2001
Nos dieron el Hilo,
dijeron, para avanzar,
para salir del atolladero.
Enroscamos la hebra
a nuestro alrededor,
con cuidado.
Nos quedamos quietos
en la misma posición.
En el corazón del laberinto,
hipnotizados
por el azul del televisor.
En mi balcón
hay un candil celeste
y me interroga cada noche.
En la tranquilidad
y el silencio.
No tengo ya que confesar
nada.
(2001)